sábado, 15 de enero de 2011

ATA A TU CAMELLO...

Un Maestro iba viajando con uno de sus discípulos, quien estaba encargado de cuidar al camello. Por la noche llegaron  muy cansados al lugar donde acampaban las caravanas. El discípulo tenía que atar el camello, pero no se ocupó de hacerlo, simplemente oró: -Dios cuida a nuestro camello- y se fue a dormir.
A la mañana siguiente, el animal ya no estaba, lo habrían robado o se había escapado. El Maestro le preguntó: -¿ Donde está el camello?- ... - No lo sé- dijo el discípulo...
Pregúntele a Dios, le dije a Dios que cuidara nuestro camello porque yo estaba muy cansado, asi que no sé lo que pasó...No soy el responsable porque se lo pedí a Dios..y Muy claramente!..dijo el discípulo.
-Usted enseña que hay que confiar en Dios, por eso yo confié- terminó deciendo...

- Confía en Dios. Pero ata al camello.- Dijo el Maestro... Porque las manos de Dios son las tuyas.

Si Dios quiere atar al camello, necesita de las manos de alguien, porque no tiene otras. Y es tu camello.Lo más facil y rápido es usar tus manos. Ata al camello y luego confía en Dios. Haz lo que puedas, esto no asegura un resultado, no hay garantías, tú haz lo que puedas y luego acepta lo que suceda, pero haz tu parte.
... Haz todo lo que esté a tu alcance, no evadas tu responsabilidad, luego confía en Dios...

Es muy fácil confiar en Dios y ser perezozo...y es muy fácil no confiar en él y actuar.
Lo tercero es lo dificil:   Confiar en Dios y aún así actuar. De esta manera tu eres solo el Instrumento. Dios es quien realmente actúa a través de tí. Acción sin tensión...
De esta forma el hacer es una veneración sin deseo alguno de que el resultado sea uno u otro. Entonces no hay frustración. La confianza te ayudará a no sentirte frustrado y, atar al camello te ayudará a mantenerte vivo, intensamente vivo...

OSHO...

No hay comentarios:

Publicar un comentario